La leyenda ha llevado a generaciones enteras de exploradores hasta la frontera sobrenatural de Aeternum. En esta isla abunda una poderosa sustancia conocida como Azoth, que muchos la consideran fuente de la vida eterna. Aeternum es un lugar cuyas costas invitan tanto a la gente de buen corazón como a las almas más pérfidas.
Estos intrépidos individuos son asechados en todo momento por una fuerza malévola: criaturas con forma humana, pero envilecidas y retorcidas por un tortuoso elemento conocido como la Corrupción. La Corrupción, como su nombre lo indica, corrompe todo organismo viviente con el que entra en contacto. El grado de corrupción varía según la exposición y la composición del portador. Mientras que algunos portadores quedan como cáscaras inhumanas, otros obtienen poderes inimaginables.
Cuando no combaten a los Corrompidos, los exploradores sufren el asedio de Compañías de humanos rivales que también desean conquistar y explotar los recursos de Aeternum. La vida en New World es un brutal juego de supervivencia en el que solo los más valientes y audaces pueden defenderse de la creciente oscuridad.